El “hombre amado por Dios” cuya mayor fortaleza fue la humildad, el servicio a los demás y su ferviente amor a Dios.
“Don Lenin” como lo llamábamos con respeto y cariño todos los hermanos del grupo de oración “Fuente de Agua Viva”, nace en Ambato un 24 de Abril de 1947 en una cuna sencilla. Desde muy pequeño demuestra responsabilidad y amor por todo lo que se propone realizar, ya en su juventud fue un ejemplo de rectitud, honradez, constancia, inteligencia y predisposición para los negocios y el trabajo efectivo, con su lucha diaria llegó a obtener muchos éxitos.
Contrae matrimonio con Doña Jeanny Salazar, siendo su apoyo incondicional y fuente de amor, respeto, fidelidad y dedicación cualidades propias de un hijo de Dios. Como padre de cuatro hijos fue el referente de abnegación, dulzura, delicadeza, de poco habar y mucho hacer, amigo incondicional de sus hijos y de su amada compañera.
Vecino y amigo ideal por su lealtad, prudencia, sencillez, solidaridad y comprensión que unido a su profundo amor a Dios hicieron de él un amigo, dispuesto siempre a servir a la comunidad donde vivía y a todos los que se acercaban en busca de ayuda.
Su grandeza espiritual lo hacía consciente de que una vida con rectitud, amor al prójimo y generosidad, son el fundamento del presente para una esperanza en el futuro.
Cuando conjuntamente con su esposa, algunos laicos y sacerdotes comprometidos con la obra de Dios, inicia el Grupo de Oración Católico Carismático “Fuente de Agua Viva”, se hace mucho más evidente su entrega al servicio en bien de los demás y Dios en recompensa se derrama en Él con su Espíritu Divino, otorgándole sus dones, carismas e infinitas gracias que Lenin los recibe con humildad y mucha prudencia, porque son los regalos que el Señor misericordioso envía dese el cielo a sus soldados para que puedan enfrentar las luchas espirituales y edificar su iglesia.
Este ferviente servidor todo lo puso al servicio de la obra, nada se lo guardó ni ocultó la palabra que dice.
Mt.5:15-16 Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos.
Todo su servicio realizo, orando por los enfermos, los necesitados de salud espiritual, los que habían caído en desgracia, y lo que anhelaban una voz de aliento, de consuelo, por aquellos que requerían apoyo material, o un gesto de solidaridad en el dolor.
Toda esta labor fructífera e incansable, desarrolló sin esperar nada a cambio, más que la satisfacción de entrega, de darse, de volcarse íntegramente, negándose a sí mismo, por eso para él no había cansancio por el día de trabajo, ni horario en su servicio, no miraba si era mañana, tarde, noche o madrugada, para él no había distancia ni tiempo que le impidiera estar con los que lo requerían, lo dio todo hasta sus propios recursos.
Sin embargo esta entrega le ocasión muchos sufrimientos, desilusiones, y dolor por las traiciones, incomprensiones, incidías humillaciones calumnias y menosprecio todo por su amor y entrega a la obra de Dios, podríamos decir que en la vida de este hombre justo se cumplió la Palabra.
Mt. 5: 11-13 Felices ustedes, cuando por causa mía los insulte, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.
Lenin el luchador incansable, venció todos los obstáculos con el arma poderosa de la oración, un corazón limpio y humillado, con el constante ayuno y profundo amor, y la certeza de que las grandes batallas se deben ganar como dice la Palabra. “De rodillas orando y suplicando” haciendo uso de la “armadura de Jesucristo”
Todo lo realizó en silencio, sin aspavientos ni ponderaciones, sino más bien dándole el máximo fruto a todos los dones y tesoros que el Señor le había entregado.
Don Lenin fue el hombre bueno y fiel. “Fiel en lo poco para que luego Dios le confiara lo mucho” Mt. 25: 22-23. Esta entrega lucha y sacrificio hirió su corazón, por lo que tuvo que ser intervenido con una operación de corazón abierto. Sin embargo no por esto el mal logro dañar su corazón espiritual, que cada día se fortalecía en el Señor al pie del Sagrario, donde ofrecía su dolor en comunión y dialogo más íntimo, con el amor de sus amores.
En los últimos días de su vida, su entrega al servicio del grupo de Oración fue total y absoluta. Muere donando grandes frutos a esta su gran obra.
Quienes formamos parte del “Fuente de Agua Viva”, damos gracias infinitas a Dios por habernos permitido conocerlo y compartir con este servidor maravilloso, este hermano que habiendo cumplido con la misión difícil y delicada, a él encomendada por el Creador, fue a descansar en sus brazos y a disfrutar de la eterna presencia como recompensa a su sacrificio.
Que satisfactorio es saber cómo una persona como nuestro hermano Lennin, formó parte de esos amigos de Jesús que hoy están disfrutando el gozo eterno de compartir su gloria e intercediendo por nosotros. “Porque Dios de quien procede toda gracia los ha llamado en Cristo para que compartan su gloria eterna” 1Pe 5, 10
Por: Coronita Gómez
EVOCACION A LA HERMANA JEANNY SALAZAR ROBALINO
La hermana Jeanny Salazar nació en Ambato el 4 de Julio de 1947.
Mujer de Dios, cuya fortaleza fue el servicio a los demás son condiciones, y la entrega total al Señor, misión que se proyectara conjuntamente con su esposo Don Lenin Carrillo, algunos laicos y Sacerdotes comprometidos con la obra de Dios crean el Grupo de Oración Católico Carismático “Fuente de Agua Viva”, y el Espíritu Santo se derrama en ella otorgándole sus dones y carismas para el servicio de los hermanos y la edificación de la iglesia.
Por naturaleza supo vivir la gracia que le encomendó el Señor, con una determinante: rectitud, bondad, amor al prójimo, generosidad, emprendimiento, abandono a si misma que son el fundamento para una nueva esperanza.
La Hermana Jeanny como fiel servidora del Señor, trabajo sin descanso dando lo mejor de ella para integrar, corregir, guiar, y orientar a todos los miembros del grupo. Es de resaltar que no conocía horario alguno, sino que estaba dispuesta siempre desde la aurora hasta el ocaso del día para atender y entregarse en totalidad al Señor en sus hermanos.
Su vida espiritual en el Grupo Fuente de Agua Viva fue muy solicita y fecunda supo llegar a cada lugar y a las distintas personas sin distingo, iluminada siempre por la fuerza y el poder del Espíritu santo, en ella se veía la acción del Paráclito, que mueve el corazón humano y determina a la persona para que viva en una frecuente oración y acción de gracias.
Hablar de la vida de la Hermana Jeanny sería escribir numerosas páginas de bellas anécdotas, experiencias humanas y sobre todo historias divinas del amor incondicional que Dios le manifestaba y que a su vez con corazón abierto ella sabia responder. Ese donarse lo podemos comprender hoy en aquello que es divino, pero sobre todo en el mismo misterio de nuestra Señora del Fiat que determino en ella lo que guardaba en su corazón y hasta donde debía ir con su abnegado servicio.
En el alba del 5 de junio mes del Sagrado Corazón de Jesús el señor la encontró como la espiga fecunda que da el ciento por uno, así la llamo, sellando el pacto de amor eterno, que lo que viene de Dios a Dios debe volver. Hoy tenemos la certeza de que ella goza de las moradas del Amado, supo vivir el cielo en la tierra e igualmente cuando nos congregaba nos hizo vivir también momentos de cielo en el Grupo de Oración.
Hermana Jeanny vive en nuestro corazón y en nuestras mentes, porque donde existe el Espíritu y verdad, nunca morirá el gozo eterno de quien supo impregnar con su sello de amor lo que significa la Fuente de Agua Viva.
Por: Magdalena Álvarez